Es posible que, tras los meses de verano, aparezcan en el rostro algunos granitos, y hoy te queremos explicar cómo eliminar el acné y sus marcas o cicatrices. La irradiación solar y la deshidratación a la que estamos más expuestos en verano, aumenta la producción de sebo y engrosa la capa córnea de la piel, ello genera que se obstruyan los poros y facilita la aparición del acné, tanto de granos como de espinillas. Por otro lado, hay una serie de factores desencadenantes que no podemos controlar, como cambios hormonales (es frecuente que aparezca acné durante el embarazo), alguna medicación, la humedad, el sudor excesivo y el estrés.
Para evitar esto, es recomendable mantener una buena limpieza facial, durante y después del verano, utilizando un exfoliante una vez a la semana o cada 15 días (dependiendo del tipo de piel) e hidratando muy bien la piel.
El 85% de las personas ha experimentado acné en algún momento de su vida, manifestándose, principalmente, entre los 12 y 25 años, aunque puede persistir durante más años, afectando al 12% de los adultos, principalmente mujeres. El acné leve no suele dejar marcas en la piel, mientras que el acné inflamatorio puede dejar lesiones difíciles de eliminar utilizando solo cremas.
La limpieza, exfoliación y adecuada nutrición con productos específicos con Hydrafacial, facilita que la piel se encuentre sin los puntos negros, con la hidratación adecuada y bonita.
El láser es una técnica innovadora y muy efectiva, tanto para eliminar las marcas o cicatrices que pueden quedar, como para tratar el proceso agudo.
Para la fase activa, es decir, cuando están empezando a salir esos granitos, la luz del láser Fotona penetra de forma segura en la piel hasta una profundidad que permite destruir selectivamente las glándulas sebáceas hiperactivas. Además, también acelera el proceso de curación y estimula la remodelación del colágeno, que a largo plazo es necesario para que no se vuelva a desarrollar el acné.
Para las cicatrices, que suelen ser pequeñas marcas hundidas, con o pigmentación, dependiendo de si nos ha dado el sol o no, Fotona utiliza otro tipo de láser, basado en un procedimiento de resurfacing cutáneo preciso y suave en el que las micro capas superiores de la piel absorben esa luz para vaporizar el tejido cicatrizado y estimulando la producción de nuevo colágeno en la dermis, dando paso a la piel sana e intacta que se encuentra debajo, lo que ayuda a mejorar la textura y el tono del rostro.
A diferencia de las exfoliaciones químicas y la dermabrasión, el resurfacing cutáneo con láser permite controlar con precisión la profundidad de penetración de la luz. El láser vaporiza suavemente capas micrométricas de la superficie marcada por el acné para dar paso a la piel sana e intacta que se encuentra debajo. Sus resultados se comienzan a ver desde la primera sesión, aunque a los 2 meses es cuando la piel presenta una clara mejoría. Si el paciente mantiene el cuidado indicado por el especialista, sus efectos pueden durar entre 2 y 3 años.
En cuanto a su frecuencia, estas pueden ir desde una única sesión, para casos de acné muy leve o apenas lesiones, a tener que repetir las sesiones mensualmente. En nuestra clínica haremos una valoración de tu caso para poder valor el número de sesiones que necesitarías.
Ventajas del tratamiento con láser:
Recomendaciones: