Úlceras por presión y heridas crónicas
No
Permantente
Inmediato
Las úlceras por presión se producen por la falta de vascularización secundaria a la aplicación mantenida de una presión sobre una prominencia ósea, o, en otras palabras, por mantener una postura durante un tiempo muy prolongado. Suelen aparecen en personas con movilidad reducida y en las zonas de mayor apoyo (región sacra, isquiática, troncánteres femorales y talones).
Podemos diferenciar diferentes grados de severidad en función de las características clínicas y la profundidad de la úlcera:
- Grado I: presentan eritema (coloración rojiza) que no desaparece de manera espontánea ni a la presión.
- Grado II: presentan pérdida parcial de la piel que afecta a las capas más superficiales de la piel.
- Grado III: la úlcera alcanza el tejido graso, pero respeta las fascias musculares (capa que recubre el tejido muscular).
- Grado IV: la úlcera alcanza a estructuras profundas como son tendones, músculos o huesos.
El tratamiento principal es el tratamiento de la causa, y por tanto es el cambio postural frecuente, y si no es posible, el uso de colchones que alternan la localización de las presiones. Una vez que los cambios posturales están asegurados, se indicará un tratamiento u otro en función del grado de severidad de la úlcera.
El tratamiento de las úlceras por presión dependerá del grado y de la fase evolutiva de la misma. Los cuidados van encaminados a mantenerla limpia y sin infecciones para permitir el cierre de las mismas. Algunas tienen una indicación quirúrgica con técnicas que incluyen el desbridamiento (limpieza quirúrgica) y la cobertura mediante el avance de tejidos de la zona dejando las cicatrices en zonas de no apoyo.
Resultados
Las úlceras de grado I tardan en curar de unos días a una semana, las de grado II tarda en curar en un periodo entre cinco días y tres meses, las de grado III de uno a seis meses y las de grado IV entre seis meses y un año, pudiendo no llegar a cicatrizar totalmente.
Que debes tener en cuenta
El tratamiento conservador incluye:
- Control postural del paciente intentando no apoyar la zona ulcerada.
- Control nutricional para que pueda cicatrizar.
- Control de la contaminación o infección de la herida. Todas las úlceras tienen bacterias, pero si estas crecen y ocasionan una celulitis alrededor de la misma, precisan de antibióticos. Algunos gérmenes llegan a capas más profundas y generan fascitis, en estos caso se precisa de ingreso, antibióticos y cirugía.
- Control de la epitelizacion.
- En la fase de tejido necrotico, utilizamos pomadas con enzimas que destruyen ese tejido (colagenasa) con hialuronicos.
- En la fase de tejido limpio (de granulación), podemos empezar a tratarlas con carboxiterapia y curas con limadas eputelizantes.
- Una vez cerradas, el cuidado de la piel es muy importante.
Cómo prepararse
- Completar varios análisis de laboratorio.
- Dejar de fumar durante un tiempo determinado antes de la cirugía y después de ella.
- Evitar tomar aspirina, medicamentos antiinflamatorios y suplementos de hierbas para controlar el sangrado durante la cirugía.